Seguro que alguna vez has usado un pase digital: ¿recuerdas los boarding passes de los aviones en la wallet de tu móvil? De eso hablamos. Sus aplicaciones en el campo del marketing son infinitas, y ahora están al alcance de cualquier negocio.
Las tarjetas de pases digitales son herramientas esenciales para empresas que desean distribuir tarjetas de fidelización, entradas de eventos, programas por puntos, recompensas o cupones. Son una puerta para ofrecer una experiencia omnicanal, que nos ayudará a hacer que las estrategias del ámbito online culminen en un espacio físico y viceversa, y que además podamos tener datos para su seguimiento y análisis.
Como en todo, antes de sumergirse en la programación de las lógicas comunicativas o promocionales que ofreceremos a los clientes, es crucial articular una estrategia que se alinee con nuestros objetivos y que además, sea relevante para los futuros usuarios de este pase digital. Comprender las necesidades y preferencias del cliente, junto con una visión clara de los objetivos comerciales, establece el camino para una implementación exitosa.
Veamos un ejemplo de activación:
BMW Group necesitaba una solución para entregar tarjetas de fidelización y ofrecer vales para lavado de coches y otras promociones ad hoc para cada usuario inmediatamente después de su inscripción.
Los enlaces de descarga de estas tarjetas digitales a los teléfonos móviles se envían al cliente utilizando un primer correo electrónico con un enlace. Al hacer clic, la tarjeta de fidelización se muestra automáticamente.
Las propias tarjetas incluyen información sobre las múltiples promociones que el usuario tiene disponibles en ese momento, y el usuario puede recibir notificaciones informándole de aquellos beneficios que se le añadan.
Aprovechando la API, BMW Group creó un servicio totalmente automatizado que también invalida automáticamente las tarjetas vinculadas a suscripciones canceladas.
Pero vamos un poco más allá. Imaginemos ahora qué podríamos hacer si conectamos esta tarjeta digital con una herramienta de diseño de experiencias de usuario potenciada por inteligencia artificial: estas plataformas parten de la estrategia que los departamentos de marketing diseñan para asegurarse de que los clientes, en función del segmento en el que se sitúen, reciban un trato u otro. La IA trabaja sobre esta estrategia y empieza a aprender, usuario por usuario, cuál sería el siguiente mensaje o promoción que funcionaría mejor, consiguiendo así que nos acerquemos a los objetivos deseados.
Un ejemplo de aplicación podría darse en empresas con tiendas físicas: conociendo el historial previo de compras del usuario, sus intereses o el precio de su cesta media, podríamos enviarle un mensaje o promoción en el momento que entrara en el establecimiento para alentar el upselling.
La combinación de pases digitales y tecnologías de IA tienen la capacidad de anticiparse a las necesidades de nuestros usuarios, creando así una experiencia única y altamente personalizada. Esta revolución omnicanal promete transformar la forma en que las empresas se conectan con sus clientes, llevando el marketing a nuevos niveles de eficacia y relevancia.